Talento de Beca 18 trabaja en Electroperú llevando energía a miles de peruanos

Viernes, 28 Junio 2019 - 1:45pm
Chiclayo en Línea.- En 1968, cuando Ever Quispe tenía 15 años, una noticia en el puesto de periódicos de su natal Hualhuas, en la provincia de Huancayo (Junín), llamó su atención: se había iniciado la construcción de la Central Hidroeléctrica del Mantaro, el complejo más grande de su tipo en el Perú. Maravillado por la buena nueva, don Ever, quien por aquel entonces había decidido convertirse en mecánico, pensó que sería extraordinario poder trabajar allí algún día. Grande fue su sorpresa, y mucho mayor su orgullo, cuando casi cuatro décadas después, Omar, el menor de sus tres hijos, se convirtió en consultor de Electroperú, compañía responsable de la central y del abastecimiento del 13% de la energía que alimenta a todo el país.
 
“Mi papá siempre me contaba cuánto le habría gustado trabajar en la empresa que ‘estaba construyendo la central por Huancavelica’. Y quién lo diría, yo ingresé a trabajar a esa empresa, que es Electroperú”, cuenta Omar Quispe Ávila, quien a sus 25 años ya destaca como uno de los talentos del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación y entre los profesionales de Electroperú, a cargo de la calidad de los servicios y abastecimiento eléctricos, tanto en hogares como en empresas.
 
Como muchos jóvenes del interior del país que llegaron a Lima con sus familias, buscando mejores oportunidades para su desarrollo, los hermanos Quispe Ávila aprendieron desde muy pequeños que la vía más rápida para alcanzar sus propósitos era la educación. Así, año tras año, sobresalieron entre sus compañeros de colegio por sus altas calificaciones. Lamentablemente, esa buena racha se interrumpió cuando Ever sufrió un accidente que le restringió las posibilidades de trabajar, y, al cabo de un tiempo, la salud de Gloria, su esposa, también se resintió. En esas circunstancias, Dilmer, el hijo mayor de la pareja, se hizo cargo de Omar y lo apoyó para que se prepare y postule a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
 
“Era el año 2012, yo estaba por terminar la secundaria, y si bien tenía claro que quería estudiar Ingeniería Mecánica – Eléctrica, y que quería hacerlo en la UNI, la situación de mi casa era muy difícil. Quería ayudar a mi hermano, quien para entonces ya tenía a mi sobrino y seguía siendo responsable por mis padres. Así que yo pensaba en trabajar, apoyar con los gastos y postergar mis estudios. Pero entonces salió la primera convocatoria de Beca 18. ¡Esta es mi oportunidad!, me dije. Y aunque costó, pues la competencia es enorme, al final alcancé una vacante y pude estudiar lo que me había propuesto sin preocupar a mi familia sobre si podría pagarme la carrera”, asegura Omar.
 
La dedicación de este joven talento a su formación profesional dio sus frutos, colocándolo entre los primeros de su promoción y permitiéndole ser reclutado en muy poco tiempo por Electroperú. Edwin San Román y Roberto Urquieta, gerente general y analista principal del Centro de Operaciones de la empresa, respectivamente, son testigos del buen desempeño de Omar, quien desde sus primeros días de trabajo evidenció gran habilidad para llevar adelante los procesos eléctricos y sugerir mejoras para afianzar la calidad de los mismos.  
 
“Todo entorno a la educación superior cuesta. La preparación, la admisión, el mantenerte una vez dentro, los libros, los trabajos de curso. He tenido ocasión de conocer a muchos jóvenes, incluso con mejores aptitudes que yo, pero que debido a la falta de recursos no tuvieron la oportunidad de seguir adelante. Por eso, pienso que quienes sí tuvimos el apoyo, tanto de nuestras familias como del Estado, en mi caso mediante Beca 18, tenemos la obligación de retribuir al país con nuestro trabajo”, asevera Omar, quien actualmente está por concluir una maestría en Ingeniería Eléctrica, con mención en Sistemas de Potencia, en su alma máter, la UNI.
 
Entre los planes a mediano plazo de Omar figura utilizar estos nuevos conocimientos para elaborar un proyecto que beneficie a Hualhuas, la tierra de sus padres. Aquella en la que, tantos años atrás, su papá se deslumbró con la tecnología que hoy él, su hijo, domina y emplea en beneficio de miles de peruanos.

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